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Nines Calle

islandia

Es estupendo que, por mucho que haya viajado, haya tantos lugares que me sigan sorprendiendo. Y en este caso, Islandia, ha sido mucho más de lo que me esperaba. Quizás porque antes de ir, una visualiza todas esas bonitas estampas que espera encontrarse, pero lo mejor es que este país no es una suma de estampas bonitas. No es un “paro aquí, ¡qué bonito!, foto y al siguiente lugar! Islandia es un punto suspensivo, es una continuidad de paisajes, luces, arcoíris, montañas, lava, valles, lagunas, cataratas, fuentes termales… 

Así fue nuestro día a día

Dependiendo de los días disponibles, el viaje se puede plantear como un recorrido por toda la isla siguiendo la Carretera 1, la famosa Ring Road que circunvala toda la isla. Esto son unos 1350 km por lo que solo lo recomiendo si se tienen más de 12 días.

Puesto que nosotros teníamos 8, sin duda me decidí por hacer Reikiavik, el Círculo Dorado y la Costa Sur. Algunas viajeras querían hacer una extensión así que cuatro de nosotras decidimos ampliar el viaje dos días más y conocer la Península Snaefellsnes. Un gran acierto.

Círculo dorado

Es sin duda uno de los imprescindibles. En un primer día ya nos enamoramos de Islandia. No es para menos si en un solo día y sin hacer muchos kilómetros recorres:

El Parque Nacional de Thingvellir (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco). Es un lugar único para observar la influencia del movimiento de las placas tectónicas Norteamericana y Eurasiática. Pero es también emblemático porque fue sede del primer Parlamento de Islandia en el año 930 y quizás el primer parlamento democrático de la historia. 

El Área Geotérmica de Geysir. Un área salpicada de numerosas piscinas calientes, fumarolas, calderas de arcillas… Y las principales atracciones: El Gran Geysir, el primer géiser documentado en la literatura europea que rara vez entra en erupción y su vecino Strokkur que, cada 10 minutos, lanza un sorprendente chorro de agua de unos 30 metros. Estupendo para hacerse un selfie, pero ¡no te acerques demasiado!

La Catarata de Gullfoss: una de las más espectaculares de Islandia. Con unos 32 metros de altura arroja una media de 140 metros cúbicos de agua por segundos. Además de su potencia es muy especial por los arcoíris que se forman en su vapor en los días soleados. Por cierto, he visto más arcoíris en 10 días en Islandia que en los últimos 10 años de mi vida.

La Costa Sur

Después de este sorprendente día nos dirigimos al sur para seguir maravillándonos un poco más con cada una de las paradas.

El día no pudo empezar mejor porque nuestra primera visita fue a las Cascadas de Seljalandsfoss y Skógafoss. Debo reconocer que las cascadas y las cataratas son los fenómenos de la naturaleza que más me gustan, pero me impresionó especialmente pasar por detrás de la Seljalandsfoss, sintiendo como cae delante de ti un tremendo caudal desde 60 metros de altura.

Sin duda son increíbles. Además, a unos 500 metros a la izquierda hay un lugar al que casi nadie accede, que fue una auténtica revelación y donde conseguí la que, para mí, ha sido la mejor foto del viaje. Se trata de la Cascada de Gljúfrabúi, un auténtico tesoro escondido. No siempre es posible acceder, ya que hay que entrar por una estrecha apertura en el acantilado de Franskanef. Os lo recomiendo 100%.

Y para terminar la descripción de las Cascadas, os comento otra de las que no hay que perderse por su singularidad, la Cascada Svartifoss. No es la más espectacular pero las columnas hexagonales de piedra basáltica negra que la rodean la hacen única, dándole un aspecto de órgano de catedral.

Pero no solo de Cascadas se alimenta uno en Islandia, quedaba otro plato fuerte, la Playa Volcánica de arena negra de VIK, galardonada como una de las 10 playas más bellas del mundo.  Pasear por ella es sobrecogedor. Pero cuidado, también es peligrosa.  Nunca dejéis de mirar al mar, los rapidísimos cambios de marea han hecho que varios turistas hayan sido “engullidos literalmente” por la corriente.

Glaciares

Los siguientes días los dedicamos a explorar otro fenómeno de la naturaleza: glaciales. Nos movimos entre ellos de todas las formas posibles.

El Vatnajökull, que es el más grande de Europa (cubriría la provincia de Madrid), lo conocimos navegando en barco anfibio por la Laguna de icebergs Jökulsárlón, tras un paseo hipnótico por la famosa “playa de diamantes”, donde los icebergs se posan sobre la arena negra volcánica ofreciendo un contraste único. Y al día siguiente en un “más que recomendable” trekking con crampones, además de la fascinante aventura de caminar sobre él, tuvimos ocasión de bajar a una espectacular cueva de hielo natural. Wow! Es de esas imágenes que nunca olvidarás.

 

VOLCANES

Por supuesto, no podíamos dejar de acercarnos a uno de los volcanes más emblemáticos. Elegimos el Geldingadalur. Su última erupción había sido hace apenas unos meses, en marzo del 21. Lo curioso es que te puedes acercar hasta casi tocar la lava seca (que parece merengue negro). Sobrecogedor.

A lo largo de todo el trayecto disfrutamos de campos de lava, especialmente bonito el de Eldhraun.

REIKIAVIK

Otra de mis sorpresas ha sido la dimensión de esta capital. Es pequeña, coqueta y muy agradable. Nos alojamos en Laugavegur, la calle principal, lo cual nos permitió conocerla en profundidad y de una forma muy cómoda. Muy recomendable el Museo Perlan y el espectáculo de las auroras boreales en el planetario. Al terminar, subid a tomar un café a la cúpula. Las vistas 360º son excelentes.

Si volviera

  • Intentaría ir en una fecha/ época en la que haya más opciones de ver las auroras boreales. Son difíciles de predecir, pero fue lo único que le faltó a este maravilloso viaje.
  • Haría coincidir los días en Reikiavik con el fin de semana para vivir el ambiente nocturno y musical de esta capital. Entre semana lo cierto es que no ofrece muchas opciones.

No hay que perderse

Sé que puede dar un poco de pereza ponerse el bañador cuando uno tiene mucho frío. Pero son solo unos segundos y os aseguro que es una de las experiencias más placenteras que os podáis imaginar. Tenéis que bañaros en alguna de las muchas piscinas de aguas termales al aire libre. Nosotros fuimos a la Blue Lagoon, al Balneario geotermal Krauma y también usamos la que nos ofrecía uno de los hoteles. Por cierto, lo típico es entrar con una cerveza fría!!!

Mi momento

Ha habido tantos momentos mágicos en este país que cuesta elegir uno. Su paisaje y la fuerza de la tierra te llena de energía. Pero quizás me quedaría con la sensación de entrar en una de las cuevas de hielo, debajo del  glaciar  Vatnajökull y saber que bajo mis pies laten 7 volcanes. Muy impactante. 

Me ha sorprendido

  • La moneda nacional es la Corona Islandesa. Pero no he visto ni un solo billete. Todo se paga con tarjeta, incluso un café y no os pondrán ningún problema si vais varios y prorrateáis la cuenta o pagáis cada uno lo vuestro.
  • Conducir por Islandia es más sencillo de lo que imaginaba. Las carreteras y las indicaciones son buenas (siempre que las condiciones meteorológicas no sean demasiado adversas). Se circula a una velocidad máxima de 90km/hora pero curiosamente no tienen arcén.

Algunos tips

Si compráis algo en tiendas de deporte, electrónica etc. no olvidéis pedir el ticket para el Tax Free. Al llegar al aeropuerto pasar por el mostrador y os devolverán el IVA. Teniendo en cuenta que es un país caro para nosotros, supone un ahorro importante.

Nosotros llevamos algunas cositas ricas desde España en blisters en la maleta y en el aeropuerto de Madrid compramos varias botellas de vino. ¡Qué buena decisión! Hay muchos sitios perfectamente indicados para hacer picnic y, además de ahorrarnos un dinerito, hemos comido fenomenal y han sido algunos de los ratos más divertidos del viaje.

Las compras de alimentos más económicas las podéis hacer en los Bonus. Pero tener en cuenta que no venden alcohol en los supermercados. Hay que adquirirlo en unas tiendas especializadas, como Vínbúðin. Hay muchas por todo el país.

ALGUNOS VIAJEROS QUIEREN CONTAR ALGO

Ángeles Jiménez

Toda aventura comienza con un sí. Siempre me gustó viajar, y he practicado este hobby  de muchas formas y en muchos momentos de mi vida. En los últimos tiempos había enjaulado mis ansias de conocer mundo entre miedos, excusas, perezas y falta de compañía. Pero una tarde de junio conocí a Nines y, con su profesionalidad, simpatía, amabilidad y buen humor, encendió mi gen viajero y me demostró que, para empezar a viajar, solo hace falta decir un SI. 

Aunque para los viajeros, el destino no importa mucho, el Lugar elegido fue Islandia, tierra de fuego y Hielo, salvaje, natural, llena de contrastes y un país sorprendente que nos ha brindado todo tipo de aventuras, de esas que recargan pilas y dejan buen sabor de boca. 

 Unirse a un grupo de gente, hasta ese momento, desconocido, fue un reto al inicio, que forma parte de esta aventura, pero puedo asegurar que no se me ocurre mejor forma de hacer un viaje que ésta, y con la misma seguridad transmito que no podía haber encontrado mejores compañeros de viaje que los que me he encontrado. 

Juntos, pero no Revueltos, es para mí taaaaan bueno que no sabría si recomendarlo o no, pero solo por el puro egoísmo de mantener la esencia de una forma de viajar que me parece mágica, especial, humana, divertida y muy muy aventurera. 

El éxito de esta fórmula es sin duda el espléndido trabajo que hace Nines, seleccionando a gente tan afín como diferente y generando un grupo de personas que pronto se convierten en un equipo respetuoso y bien avenido, producto sin duda de la experiencia de mucho viaje y mucho kilometro a cuestas. 

Ella ya tiene mi Si al próximo viaje. ¿Qué más puedo decir??Que me sentiré afortunada de ser invitada al próximo Juntos, pero no Revueltos. .

Concha Hidalgo-Barquero

Pues la verdad es que del viaje a Islandia me ha gustado todo, las cascadas preciosas, los glaciares impresionantes, los géiseres impactantes y los baños termales ¡casi lo mejor! En general me ha parecido un país muy interesante y me han sorprendido los paisajes tan verdes, pensé que al ser un país volcánico iba a ser más árido.

La organización del viaje magnífica, creo que la ideal para este país porque comiendo de pícnic se puede aprovechar mucho mejor el tiempo, además de que han sido muy divertidos ¡nos hemos reído muchísimo!

Por supuesto que volvería a repetir el viaje completo y que se lo recomendaría a todo el mundo, ha sido el mejor grupo que se pudiera pedir y Nines ha sabido coordinar todo para que resultara perfecto. 

Charo Sánchez

Mi último viaje en Islandia ha sido todo lo que imaginaba y más.

Una naturaleza en estado puro y cambiante penetra en tu mente para siempre. La variedad de fenómenos, la belleza innata y conservada, la vida pura y dura que te engancha….

Compartir este país con un pequeño pero gran grupo, elegido perfectamente por nuestra Personal Traveler: Nines Calle, ha sido el complemento ideal para poder decir: “qué maravilla”!!, quiero volver a viajar con ella.

Elisa Lavado

El viaje a Islandia ha sido el broche de oro para este verano después de una época tan difícil, el mejor viaje postpandemia que haya podido realizar. Aire libre y naturaleza en estado puro!

Cascadas, géiseres, glaciares, volcanes, icebergs, arcoíris… todo me ha sorprendido y me ha maravillado, no sabría decir que fue lo más alucinante.

Esto, unido a las personas con las que he compartido estos días hace que sea un viaje inolvidable.

Espero que sean muchos más los viajes que comparta con Nines en su “Juntos Pero No Revueltos”.

Isabel Sánchez

Ya estamos en la normalidad, con muchos recuerdos del viaje a Islandia.

El viaje ha sido para mi, una extraordinaria sorpresa muy positiva. Yo apenas sabía del viaje–aventura y no conocía a casi nadie. Hemos viajado por un país impresionante y fantástico.

Me ha gustado todo el viaje. No sabría que destacar, quizás la impresión que me produjo la ruta por el glaciar (y eso que me caí)

También destacaría la labor de Nines como guía acompañante, ha estado fenomenal en todo momento, y la convivencia tan buena que hemos tenido en el grupo.

Es un viaje muy aconsejable.

Amparo Carrasco

Personalmente me ha impresionado mucho la naturaleza sin domesticar de Islandia. Me llena de esperanza ver cómo se puede vivir con la naturaleza, integrándola sin destruirla. También el silencio y la paz que se respira por todas partes.

Viajar en el formato “Juntos Pero No Revueltos” de Nines Calle es una muy buena opción para los que no queremos depender de nadie y somos viajeros incansables.

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